Tiene 82 y asegura gozar de estupenda salud. A quien quiera prestar oídos le insiste que la edad no es obstáculo para continuar al frente de la Fiscalía General de la República (FGR), cargo que estaría dejando dentro de seis años.

Sin embargo, rondan por encima de su cabeza rumores sobre una renuncia anticipada. Aunque el argumento de la edad los alimenta, en realidad los cuchicheos provienen de una serie de desencuentros con personajes políticamente relevantes.

A pesar de que Gertz Manero y Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, sostenían una relación amistosa, rompieron lanzas a propósito de la nueva Ley de la Fiscalía General.

Encinas encajó como una traición que la FGR se haya lavado las manos respecto de los mecanismos para atender la desaparición de personas, defender los derechos humanos, proteger a los periodistas y enfrentar la tortura y la trata.

También el fiscal ha tenido desencuentros con el Poder Judicial. Sobresale el pleito entre su oficina y el Instituto Federal de la Defensoría Pública, perteneciente al Consejo de la Judicatura. Este barrunto, aunque de baja intensidad, puede observarse caso por caso en los tribunales. Ciertamente ahí, mientras la defensoría avanza, la Fiscalía retrocede.

Sin embargo, la madre de todas las batallas es la que traen Santiago Nieto titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General.

Este conflicto tiene como materia explosiva el ego de sus participantes. Como la bruja del cuento, ambos despiertan preguntándose cotidianamente quién tiene la corbata más larga.

Aquí, de nuevo, la confrontación se libra expediente por expediente y la Fiscalía ha jugado un rol secundario. El caso García Cabeza de Vaca, por ejemplo, fue investigado por la UIF, lo mismo que el de Emilio Lozoya o el caso Ancira.

La ambición ha permitido que, saltándose los plazos constitucionales, Santiago Nieto deslice de manera cada vez más audible su interés por suceder pronto a su adversario.

Susurran en los pasillos de la política que tal cosa podría ocurrir después de las elecciones.

Zoom: A nadie conviene un fiscal al borde de la renuncia. Si solo son rumores, bien haría, quien puede, hacer lo que debe para acallarlos.

@ricardomraphael

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