“Nosotros trabajamos bastante con la administración, es una parte importante de nuestro negocio”, reconoce a C de Comunicación Juan Ramírez, jefe de compras de Ferreterías Doncel S.L. El nombre del negocio es recurrente en la relación de empresas del sector que se han adjudicado contratos menores con la administración desde inicio de año.
Una “parte importante” del negocio que Juan Ramírez es capaz de cuantificar: “Representa alrededor del 35 % con respecto a la facturación total” de una compañía que, según sus últimas cuentas (de 2022) superó los 9 millones de euros en ingresos de explotación.
El caso de Ferreterías Doncel S.L. es particular, puesto que se sitúa en una plaza pequeña y con poca competencia como Ceuta -donde, además, se desarrolla mucha obra civil según reconoce Juan- y porque su negocio, con un fuerte componente industrial, es propicio para las necesidades recurrentes de la administración.
“Al tocar tantos sectores (fontanería, ferretería, vestuario laboral…), participamos mucho en estos concursos”, explica Juan. La compañía, de hecho, cuenta con una Oficina Técnica donde se trabaja la gestión de los concursos públicos, cuya información está disponible a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público.
La mayor parte de los contratos a los que concurren las ferreterías son los conocidos como contratos menores, cuya cuantía no puede superar los 15.000 euros -cuando se trata de contratos de suministro- y que para su adjudicación se sigue un trámite menos farragoso que los habituales de licitación.
En el caso de Ferreterías Doncel S.L, por ejemplo, desde inicio de año se ha adjudicado contratos menores para el suministro de bolardos, arena de sílice, vestuario laboral o equipos de protección para entidades locales ceutíes como Obimace o la Vicepresidencia Primera de la Comunidad Autónoma de Ceuta. Solo estas adjudicaciones superan los 70.000 euros.
Una opción de ingresos también para las ferreterías de barrio
La concurrencia a estos contratos menores no está limitada, en cualquier caso, las ferreterías con una vertiente más industrial, sino que también engrosa la cifra de negocios de ferreterías más tradicionales.
En el caso de Ferretería Tomás, en Arguineguín (Las Palmas), pese a que la actividad con la administración “no supone un monto muy importante con respecto al total de la facturación” – el negocio, según las últimas cuentas de 2022 ingresó más de 1 millón de euros-, también tiene actividad frecuente con las entidades locales.
A principios de año, Ferretería Tomás (cuya denominación social es Ferretería Araña & Quevedo, S.L.) logró una adjudicación, publicada por el Ayuntamiento de Mogán, por un importe de 14.000 euros para la adquisición de diverso material de ferretería para reparaciones, mantenimiento y conservación correspondiente a la zona de Arguineguín.
Otras ferreterías tradicionales con actividad con la administración
Además de los negocios industriales, como es el caso de Ferretería Xerez, también con un alto volumen de contratos menores con la administración, la Plataforma de Contratación del Sector Público también arroja otros nombres de ferreterías situadas en las ciudades que han suscrito este tipo de contratos.
Es el caso de Pinturas y Ferretería Torres Ruiz -que en 2022 facturó alrededor de un millón de euros-, en la localidad malagueña de Manilva, que en lo que va de año se ha adjudicado contratos públicos por un importe de casi 12.000 euros, según figura en la Plataforma, para la entrega de pinturas, material de señalización o de seguridad para distintas entidades.
Otro ejemplo es el de Ferretería Hogar Rachadell, una ferretería doméstica de Sedaví (Valencia), que hasta la fecha ha logrado la adjudicación de diversos contratos menores por un importe total superior a los 4.000 euros.
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