Los equipos que trabajan para despejar la estructura de acero del puente Francis Scott Key y el carguero que lo derribó se enfrentan a “un trabajo increíblemente complejo”, esencial para reabrir el puerto de Baltimore y recuperar los restos que puedan yacer bajo los escombros, dijo el jueves el gobernador de Maryland, Wes Moore.
“Cuando tienes la oportunidad de ver esos restos de cerca, comprendes plenamente la enormidad del desafío”, dijo Moore en una conferencia de prensa, y agregó: “Nuestro cronograma será largo”.
Se esperaba que la grúa más grande de la costa este llegara el jueves por la noche para ayudar a despejar los restos, dijo el senador de Maryland Chris Van Hollen, y tres buques de carga pesada deberían comenzar a llegar este viernes, dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, a CNN.
Las autoridades de Maryland están trabajando “a toda velocidad” para reabrir el vital canal de navegación y reactivar el tráfico a través del puerto, el mayor de EE.UU. para automóviles y camiones ligeros, que tuvo un tráfico récord de 850.000 vehículos el año pasado, según Moore. No obstante, dijo, “tenemos un camino muy largo por delante”.
El carguero, casi de la longitud de la Torre Eiffel, ha tenido en su proa 4.000 toneladas de estructuras de acero desde que chocó contra el puente Key a primera hora del martes, haciendo que una tripulación de ocho trabajadores de la construcción se hundiera en el agua, agregó.
Sólo dos trabajadores sobrevivieron y los cadáveres de otros dos fueron sacados del agua más tarde. Las autoridades creen que la maraña sumergida de acero y hormigón está envolviendo los restos de los otros cuatro trabajadores de la construcción, y dicen que hay que retirar los escombros antes de que los buzos puedan buscar con seguridad en la zona.
Los esfuerzos de recuperación seguirán siendo una prioridad máxima, dijo Moore, añadiendo que es su “obligación dar un sentido de cierre a estas familias”.
Los funcionarios están llevando a cabo una evaluación completa de los trozos de escombros antes de que puedan ser levantados del agua, dijo el contralmirante de la Guardia Costera de EE.UU., Shannon Gilreath. Esta evaluación es fundamental para determinar el tamaño de los trozos de puente que deben cortarse para que las grúas puedan levantarlos, añadió.
También se han desplegado más de 730 metros de barreras para contener cualquier posible fuga de contaminación del buque, según Moore. Los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte han declarado que 56 contenedores del buque contienen materiales peligrosos, en su mayoría corrosivos e inflamables, así como algunas baterías de iones de litio.
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