A propósito de la celebración del día mundial de las ciudades, que se realizó el pasado 31 de octubre, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado urgente a los gobernantes mundiales: “Debemos cambiar de rumbo y podemos hacerlo”. El directivo señaló que mientras muchas ciudades crecen y transforman la vida de sus ciudadanos con herramientas útiles, otras están estancadas e, incluso, retrocediendo en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En este contexto, destacamos el rol de las ciudades, pues generan más de 80% de la actividad económica mundial, y su desarrollo y evolución es tan importante para la calidad de vida de los ciudadanos como para el sostenimiento de las generaciones futuras. Por lo tanto, el cambio de rumbo, tal y como dice el secretario general Guterres, debe hacerse a través de la tecnología como pilar transformador de las ciudades.
Las herramientas que brindan las nuevas tecnologías como el despliegue de infraestructura pasiva para generar conectividad eficiente, la videovigilancia para recopilar datos importantes de la ciudad, la implementación de centros de datos que puedan almacenar todos los requerimientos de los ciudadanos, los cuales sirven como insumo para generar soluciones efectivas a problemas reales de los ciudadanos.
De igual manera, las aplicaciones y los servicios inteligentes ofrecidos como gobierno de datos abiertos, trámites digitales, telemedicina, entre otros. La movilidad sostenible y el desarrollo urbano eficiente son necesarias para el cambio de perspectiva y desarrollo de las ciudades del mundo.
La tecnología ha demostrado que es un rubro que no puede ser descuidado. Por el contrario, debe crecer su inversión para lograr ciudades más inteligentes, más resilientes y sostenibles. El secretario general de la ONU fue claro en decir que “las políticas transformadoras que impulsan hoy pueden catalizar el cambio que salvará vidas y medios de subsistencia en todas partes mañana”. Por esto, un cambio y una mayor atención a los servicios que ofrece la tecnología puede dar el nuevo rumbo que necesitan las ciudades.
Lo cierto es que, aunque muchas ciudades ya están liderando la transición a energías renovables y estableciendo objetivos creíbles de cero emisiones netas y construyendo infraestructura sostenible y resistente al clima, muchas otras continúan rezagadas, incluso en el despliegue de infraestructura para la conectividad.
Este es el caso de Colombia y otros países de Latinoamérica, en los que una política de cobertura y acceso universal aún no ha sido materializada completamente. Con esto en mente, es fundamental que los gobiernos avancen decididamente en propuestas para fortalecer la conectividad, tanto en zonas urbanas como rurales. Lo anterior, como una condición para que las acciones tecnológicas encaminadas a mejorar las ciudades sean más efectivas y de mayor alcance.
Un territorio conectado y con pleno conocimiento de sus ciudadanos, así como de sus necesidades y capacidades, genera mejores soluciones, resultados certeros y coherentes que, en últimas, no solo impactan localmente, sino también globalmente. Los ODS son de alcance global pero, de implementación local, por lo que el desarrollo eficiente de las ciudades generará un efecto positivo para todo el mundo. El cambio es necesario y la tecnología es el jugador principal de este nuevo paradigma. Las ciudades avanzan y con ellas las nuevas herramientas.